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Las personas homosexuales desde siempre luchan por sus derechos, debido a que son discriminados por su opción sexual. La sociedad misma los hace sentir “diferentes”, “raros”, “anormales”. En nuestro país, aún muy conservador es difícil que los homosexuales se desenvuelvan en sus actividades diarias con normalidad, sin que sean vistos de mala manera, en ciertos casos ofendidos y agredidos no solo psicológicamente sino físicamente.
Existe una asociación GLBTI de La Libertad (Gays, Lesbianas, Bisexuales, Transexuales, Intersexuales) fundada el 10 de octubre de 2007 e inscrita en Registros Públicos bajo el número 2008-00027082, siendo la primera asociación civil registrada en toda la región liberteña. GLBTI actualmente cuenta con más de 50 miembros activos. Uno de sus fines en común es la lucha y respeto por los derechos civiles y políticos de la población en general, en especial a aquellos que sufran algún tipo de discriminación.
En el ámbito laboral los homosexuales encuentran ambientes de trabajo no cómodos, ya que ciertos colegas son homofóbicos y de ellos reciben acoso, burla y presiones para que abandone el trabajo, o bien impiden que este trabaje y cumpla con sus deberes satisfactoriamente. Esto no solo afecta al individuo sino al conjunto, a la productividad del grupo. De acuerdo con un análisis avalado por la American Civil Liberties Union y realizado por investigadores de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, los hombres homosexuales ganan entre 11 y 27% menos que los heterosexuales, y las lesbianas entre cinco y 14% menos. Debido a la imposición social que no los puede incorporar a un empleo formal colectivo, muchos homosexuales deben tener mayor capacidad para empezar negocios propios. Diseñadores de moda, artesanos, estilistas, bailarines y artistas de todo género son algunas de las actividades en las que se “tolera” a los homosexuales, transexuales y transgenéricos. El Vaticano promulgó en el mes de diciembre un documento que prohíbe a los homosexuales el ejercicio del sacerdocio.
Una de las posibles soluciones para que la productividad de un empresa no se vea afectada es ofrecer apoyo a personas con orientación no heterosexual, a través del trabajo y actividades sociales. Reconocer y comunicar los logros de personal no heterosexual dentro de la compañía y fomentar la tolerancia entre los trabajadores.